Partido Socialista Mendoza: Entrevista en profundidad para conocer mejor a Gerardo Enrique Santarelli

¿Te has preguntado alguna vez cuánto sabes realmente de las personas con las que muchas veces compartís intereses, horas de trabajo, de estudio, e interactúas con ellas por redes sociales?

¿Sabés quiénes y cómo son esas personas a las que ves todos los días y el ritmo de la vida diaria no te permite tomar un momento para escucharlas?

El conocernos un poquito más nos transforma en seres empáticos, nos saca un momento de nuestro ensimismamiento para mirar al otro, fortalece las relaciones humanas y establece lazos fundamentales para construir comunidades más “sociales” y menos individualistas.

El 1 de febrero de 1982 nació, bajo el signo de Acuario Gerardo Enrique Santarelli, según su mamá, ese fue el día más caluroso del año. Gerardo, hijo de Lucrecia y Oscar, fue el segundo de tres hermanos.

“Sin dudas, y esto quienes lo han padecido lo saben, ser el hijo del medio muchas veces incomoda, te sentís un poco olvidado, yo solía reprochárselo a mi viejo por aquellos tiempos en que el mayor recibía por ser mayor y el más chico por ser el pequeño”. Recuerda Gerardo

- ¿Qué tipo de estudiante eras en la primaria y secundaria?

“Estudié en una escuela cercana a mi casa, Severo Gutiérrez del Castillo de Godoy Cruz, siempre fui muy tranquilo, fui escolta y me eligieron como mejor compañero. Cursé la secundaria en la escuela Bonetti allí también salí escolta, pero a esa edad me sentí bastante desilusionado de la religión, más que nada de las instituciones religiosas y del sistema”.

- ¿Qué personas recordás de aquellos tiempos?

“Recuerdo de aquellos tiempos a la señorita Rosita de 4° grado y a la señorita Inés y, según mi mamá, yo estaba enamorado de la señorita Graciela, pero a ella realmente no la recuerdo. También a mi primera amigovia Virginia y a muchos compañeros como David, Alfredo, Leandro, el Cachi, con los que mantengo un contacto por las redes sociales”.

- ¿Hubo algún hecho o acontecimiento que marcara tu infancia?

“En general tuve una infancia y una adolescencia muy normal, algo que sin dudas se sintió mucho en la familia fue la muerte de mi abuelo Vicente Santarelli, yo tenía 12 años”.

- ¿Cómo viviste la crisis argentina del 2001?
“Cuando salí de la secundaria fue casi en la época de la gran crisis. Mi papá fue electo Senador Provincial, viví todo el proceso de lo que fue la alianza del FREPASO y debo decir, con cierta culpa, que en mi familia no vivimos la crisis como otras que tuvieron que abandonar el país. Por suerte mi viejo tenía un ingreso estable, aunque también él nos inculcó ser muy conscientes en la administración de los recursos y el no consumismo”.

- ¿Cómo es ser hijo de un político?

“Me dejó una gran enseñanza ver a mi padre comprometido sentando las bases de un nuevo espacio político, con gran optimismo y totalmente convencido de que podíamos construir una tercera opción, una nueva fuerza política para los argentinos”.

- ¿Cómo y cuándo comenzaste con la militancia?

“Cuando ingresé a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, nunca me sentí del todo cómodo. Allí me hice amigo de gente más grande a los que les costaba realmente mucho estudiar y al mismo tiempo trabajar, entonces entendí las deficiencias de un sistema totalmente excluyente. En esa época comencé a abrazar la militancia en el MNR y por el año 2006, ya casi en la recta final de la carrera, decidí hacer una pausa con mis estudios universitarios”.

- ¿Y el amor cuándo llega?

“En ese año en que dejé de cursar estudié, entre otras cosas, portugués en la facultad de Filosofía y Letras y allí conocí a Natalia, ella también militaba en el MNR. Después, mi viejo me propone acompañar a mi hermano, que iba a estudiar a Rosario, y terminar mi carrera allí. Así fue que me trasladé, comencé a cursar en la FCE de Rosario dónde también militaba en el MNR y donde, además, gané una elección de centro de estudiantes. Yo seguí saliendo con Natalia, entonces entre viaje y viaje, encuentro y encuentro; ella quedó embarazada, teníamos 23 y 24 años”.

- ¿Fue difícil comenzar a formar una familia tan joven?

“Al principio costó un poco, ninguno de los dos tenía un trabajo estable y fuimos a vivir a la casa de mi abuela que había quedado deshabitada. Mi viejo me ayudó mucho económicamente, hasta que entré a trabajar en OSEP, al principio con un contrato de locación. Fueron momentos duros en cuanto a lo económico, pero realmente éramos felices. No teníamos auto, obviamente, así es que caminábamos muchísimo y eso nos mantenía bastante en forma. Cuando Guadalupe tenía tres años me pasaron a planta permanente, en ese mismo momento llamé a Nati para darle la noticia y le propuse matrimonio”.

- ¿Entonces llega la estabilidad?

“Se puede decir que nos acomodamos un poco económicamente y esa tranquilidad nos permitió buscar un hermanito para Guada. En el año 2014 nació Salvador, ya teníamos auto, un 147 y dejamos la casa de la abuela para alquilar otra casa, que es donde vivimos ahora”.

- ¿Cómo es la vida de Gerardo Santarelli hoy?
“A partir del 20 de enero de este año, en el Concejo Deliberante de Godoy Cruz, se dió la renuncia del concejal Sergio Biskupovich, y por ley electoral lo tiene que sustituir el inmediato siguiente en la lista, que era yo. A partir de esa fecha comenzó una nueva etapa como concejal en el departamento dónde nací y crecí.

Y en cuanto al partido, estoy a punto de terminar mi mandato como Secretario General del Partido Socialista de Mendoza, con la posibilidad de llamar a una renovación”.

- ¿Qué es el Partido Socialista para vos?

“Sin dudas no concibo mi vida fuera de la actividad partidaria. Muchos de los valores que me han inculcado en mi familia coinciden con los valores del partido. El PS tiene una particularidad que lo hace diferente, somos un partido de izquierda que pone lo social por sobre cualquier otra cuestión, pone al ser humano como eje y busca su emancipación tanto ideológica como cultural, religioso, etc. Busca la felicidad, la libertad y la equidad.

Hoy el desafío del socialismo del siglo XXI es que tiene que generar nuevos trabajos con la posibilidad de generar riqueza, pero respetando el medio ambiente”.